Carlos Pérez Maldonado

1949-1990

Consejero y accionista de importantes industrias e instituciones bancarias de Monterrey, Carlos Pérez Maldonado alternó estas actividades con las del estudio de la historia regional.

Nacido en la capital regiomontana el 24 de febrero de 1896, estudió con los Hermanos Cristianos de La Salle y más tarde se graduó de comercio en el Colegio Marista de la misma ciudad. Desde muy joven se advirtió en él la vocación por la historia; fomentada por el doctor Amado Fernández, su tío, fundador, en 1906, de la Junta Arqueófila de Nuevo León. Frustrado el propósito de la Junta y del doctor Fernández de crear un museo en el antiguo y abandonado edificio del Obispado, heredó el señor Pérez-Maldonado las colecciones reunidas con aquel objeto.

Tuvo don Carlos inclinación innata por los estudios genealógicos, logrando realizar un amplio estudio, en particular, por su antigua familia. Esta disciplina le llevó a convertirse en una verdadera autoridad en heráldica, sobre lo que escribió varios libros. Debido a ello promovió y formó parte de la comisión oficial que en 1943 creó el escudo del estado de Nuevo León.

En 1949, fundó la Academia de Ciencias Históricas de Monterrey, de la cual formaron parte, entre otros, Timoteo L. Hernández, Santiago Roel, José P. Saldaña, Ricardo Covarrubias, Tomás H. Hunter y Carlos Álvarez. La nueva institución logró publicar varios números de sus Memorias, con buenos estudios de carácter local.

La Academia organizó también el Primer Congreso de Historiadores de México y los Estados Unidos, celebrado en Monterrey del 4 al 9 de septiembre de 1949 y que celebró algunas de sus sesiones en Saltillo. La reunión bordó en torno de la enseñanza de la historia, de la conservación y organización de las fuentes históricas; las relaciones económicas, entre México y los Estados Unidos; las Provincias fronterizas; la historia literaria y el régimen de la tierra en México y en Estados Unidos. La Memoria publicada al año siguiente, reúne en 420 páginas los importantes trabajos presentados sobre cada uno de los temas.

La Academia Nacional de Historia y Geografía otorgó a don Carlos las Palmas Académicas y en 1950, fue admitido como miembro de Número por la Academia Mexicana de la Historia, Correspondiente de la Real de Madrid. El 16 de octubre de ese año leyó un discurso de ingreso en el recinto de la Academia, situado entonces en el Colegio de las Vizcaínas. Su trabajo de ingreso versó acerca de “El Excmo. y Rmo. Sr. Dr. Dn. Primo Feliciano Marín de Porras y la emboscada de Baján”. La contestación estuvo a cargo del historiador Vito Alessio Robles.

Colaborador de El Porvenir, de El Norte y escribió también para otras publicaciones como las Memorias de la Academia Mexicana de la Historia; las Memorias de la Academia Mexicana de Genealogía y Heráldica y para Humanitas, anuario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

El Sr. Pérez-Maldonado tuvo una fecunda producción de obras sobre historia regional. Su primer libro fue Condecoraciones mexicanas y su historia, 212 p. (1942). Dos años después editó Monterrey, cosas poco conocidas acerca de este nombre y de su heráldica, 63 p., (1944) y Medallas de México, 484 p., (1945).

Con motivo del 350 aniversario de la fundación de Monterrey publicó La Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, 344 p. (1946). Autor también de Documentos históricos de Nuevo León. Anotados y comentados, 1596-1811, 220 p. (1947) y de una segunda serie 1812-1821 en 216 p.(1948).

Otras de sus obras fueron El Obispado, monumento histórico de Monterrey, 216 p. (1947), El Casino de Monterrey, Bosquejo de la sociedad regiomontana, 253 p. (1950) y Narraciones históricas regiomontanas, 2 tomos, 171 y 160 p. (1959-1961).

Publicó también Genealogía y heráldica. Los Pérez-Maldonado, 188 p. (1963), Edición privada de 100 ejemplares y finalmente, El segundo imperio. Semblanza de Maximiliano y Carlota, 82 p. (1980). Murió en Monterrey el 18 de marzo de 1990.

Israel Cavazos Garza.