Julio Jiménez Rueda

1954-1960

Julio Jiménez Rueda nació y murió en la ciudad de México. Hizo sus estudios en la Universidad Nacional y se graduó como abogado en 1919 y como doctor en letras en 1935. Perteneció a la Academia Mexicana de la Lengua y a la Academia Mexicana de la Historia. Dirigió la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM, en la que enseñó durante muchos años literatura española y de la que fue profesor emérito; y fue asimismo director del Archivo General de la Nación y del Centro de Estudios Literarios de la UNAM.

Sus primeros libros fueron de creación literaria: cuentos, relatos y teatro de ambiente colonialista: Cuentos y diálogos (1918), Sor Adoración del Divino Verbo (1923), reunidos en Novelas coloniales (1947); y teatro: Lo que ella no pudo prever (1923 y La silueta de humo (1928). A partir de este último año se consagró a la crítica, la historia literaria y la investigación histórica. En 1928 publicó por primera vez la Historia de la literatura mexicana, que fue mejorando en sucesivas ediciones; en 1931 dio la Antología de la prosa en México; en 1939 Juan Ruiz de Alarcón y su tiempo, y en 1944, Letras mexicanas en el siglo XIX, uno de sus libros más logrados, que fue reimpreso en 1990. A Sor Juana dedicó dos buenos estudios: Santa Teresa y Sor Juana, un paralelo imposible (1943), su discurso de ingreso en la Academia Mexicana, y Sor Juana Inés de la Cruz en su época (1951). Estampas de los siglos de oro (1957) es uno de sus últimos libros.

Sus obras históricas se inician en 1946 con un documentado estudio sobre las Herejías y supersticiones de la Nueva España, no indigno de compararse con la obra juvenil de Menéndez Pelayo. Y luego emprendió una Historia de la cultura en México, de la que llegó a escribir el tomo dedicado a El mundo prehispánico (1957) y El virreinato (1956). El habla de los conquistadores (1955) fue su discurso de ingreso en la Academia Mexicana de la Historia.

No se han coleccionado sus estudios sueltos sobre Lope de Vega, Cervantes, «La imprenta en la época virreina1” «Las constituciones de la antigua Universidad”, “Francisco de Quevedo”, “Jacinto Benavente”, «El humanismo, el barroco y la contrarreforma en el México virreinal», y otros. De las obras que promovió Jiménez Rueda en su época al frente del Archivo General de la Nación, aprecio especialmente el volumen llamado: Documentos para la historia de la cultura en México. Una biblioteca del siglo XVII y Catálogo de libros expurgados a los jesuitas en el siglo XVIII, (Imprenta Universitaria, México, 1947), donde se recoge el catálogo de los libros que tenía Melchor Pérez de Soto.

José Luis Martínez